Vamos con una lista de objetos mágicos existentes en el Lore. Lo cual quiere decir, que podéis utilizarlos para vuestras aventuras.
Hoy... Bretonia.
Lanza Plateada de los Bendecidos - Forjada por el mismísimo
Gilles, la Lanza Plateada de los Bendecidos solo podrá portarla alguien
totalmente puro de corazón. Se dice que empuñar esta lanza es una verdadera
prueba de coraje y fuerza de espiritual ya que los aspirantes que se muestren
inseguros serán consumidos por una abrasadora llama blanca.
Espada de la Búsqueda - Esta larga espada empuñada solo por
aquellos que han realizado el voto de la Búsqueda, ha pasado de caballero en
caballero, y ha sido empuñada por personajes como Percival de Lyonesse y San
Balgar de Carcassonne.
Espada del Campeón de la Dama - En la víspera de la batalla,
un caballero que se arrodilla a rezar frente a un remanso tendrá la opción de
ser recompensado con la visión de una pálida y esbelta mano que emerge del agua
empuñando una bella espada.
Espada de los Héroes - Forjada bajo el sol del solsticio de
verano y con su hoja enfriada en sangre de Mantícora, la Espada de los Héroes
está encantada con poderosos encantamientos contra el mal que protegen esta
potente espada y le dan el poder para matar a grandes y peligrosos oponentes.
Ha dado muerte a muchos monstruos gigantescos y otras bestias horribles a manos
de los numerosos héroes que la han empuñado. En su larga y sangrienta historia
ha visto cómo sus portadores mataban tantas criaturas fantásticas como para
completar varias veces la colección de animales salvajes de Louen Leoncoeur.
Lanza de Roble - Esta lanza fue fabricada a partir del Roble
Sagrado, el árbol más grande de toda Bretonia, que fue partido en dos por un
rayo cuando Gilles fue asesinado. Su ennegrecida madera está cubierta de
pequeñas tallas que muestran escenas de las Doce Grandes Batallas de Gilles y,
a pesar de ser más dura que la roca y cortante que el diamante, su ligereza y
belleza llaman la atención.
Espada Natal - Durante siglos, y nada más nacer, a todos los
hijos nobles del Ducado de Carcassonne se les hace tocar una espada de
excelente calidad especialmente forjada para ellos que se cuelga sobre su cuna
hasta que sean capaces de empuñarla, pues se supone que es lo primero que deben
agarrar. Esto refleja la historia del primer Duque de esta región, Lambard, del
que se decía que había empuñado su primera espada mientras aún mamaba del pecho
de su madre. A partir de ese momento, pasa a descansar sobre un estante junto a
su cama mientras duerme. La mayoría de los carcassonianos se niegan a luchar
con ninguna otra arma, y de hecho parecen hacerlo mejor cuando la esgrimen.
Espada de Couronne - Se trata de un arma purificada en las
sagradas bóvedas del Templo de Shallya en Couronne. Esta espada santificada
está impregnada del poder de la justicia y es completamente hostil a las
fuerzas de los No Muertos.
Mangual de Fracasse - Esta mortífera arma mágica está
formada por una bola con pinchos que cuelga de una cadena, haciéndose oscilar
con una sola mano. Este mangual tiene voluntad propia, y siente un odio visceral
hacia todo objeto mágico maligno igual que el que sentía su primer dueño,
Fracasse Langoustine, el Azote de Arabia. Despojada de las manos y destrozara
el arma mágica de cualquier enemigo, a no ser que acabe antes con el enemigo en
sí.
Lanza de Artois - Esta fue la lanza utilizada por Folgar de Artois, que se
convirtió en uno de los Compañeros del Grial de Gilles y era renombrado por la
destreza que mostraba en las justas. A pesar del paso del tiempo, la punta de
la lanza permanece tan afilada como lo estuvo el día en que fue forjada. en
tiempos de necesidad, se toma la lanza del Santuario del Grial de San Folgar y
se le otorga a un caballero durante una batalla.
Lanza del Dragón - Cuenta la leyenda que el Duque Beligulf
Sinmiedo clavó su lanza en la boca del dragón Malifex justo cuando este estaba
a punto de lanzarle su aliento de fuego. Se cree que la lanza absorbió el poder
del fuego y que, gritando el nombre del dragón, el portador de la lanza puede
desatar este fuego a voluntad.